dimecres, 25 de maig del 2011


Hay un día, ya verás, un día que es la ostia. Ese día todo es bueno: ves a la gente que quieres ver, comes la comida que más te gusta, y todo lo que te pasa ese día es lo que tú quieres que te pase. Si pones la radio, la música que sale es tu canción favorita, si vas a la tele ese día, por ejemplo a un concurso, lo ganas todo...fíjate lo que te digo... todo. Pasa sólo una vez en la vida, por eso tienes que estar muy atenta, no sea que se te pase. Es como un desvío, como cuando vas por la carretera y hay un desvío pero vas hablando por el móvil o discutiendo, o pensando en otra cosa y no te das cuenta, y se te pasa. Y te jodiste porque ya no puedes volver atrás. Pues ese día es lo mismo. Un desvío y es uno muy importante porque puedes elegir como va a seguir todo, si por ese camino que es nuevo o no, por eso tenemos que estar muy atentos, porque hay muy pocas cosas buenas y si encima se te pasan porque estás hablando por el móvil o pensando en otra cosa, sería una mierda, una auténtica mierda.

Empiezas a pensar si todo esto vale la pena... Querer a quien ni siquiera sabe que existes. Caerte día si y día también. Ver que las personas no cambian; que no son lo que aparentan. Que no paras de ver niñatas que se creen mejores; harta de ver que no son capaces de aceptar una derrota. Harta de la gente que menosprecia por tener algo diferente. Que la falsedad la poseen la mayoría de personas. Gente que cree entenderte, y no es cierto, porque hasta que no estén en tu lugar no sabrán lo que se siente. Que hacer lo correcto no significa que sea lo que me va a hacer feliz. Que estoy continuamente dando y no recibo nada. Que escuchas muchos te quiero que crees que son verdaderos y no te das cuenta de lo contrario hasta que te chocas contra la pared. Y aún así tenemos la esperanza de que después de la tormenta llegará la calma, pero todos sabemos, que tormentas hay más de una... 

No te entretengas en tonterías, que las hay, y vete a buscar lo que te haga feliz. Que el tiempo corre muy deprisa. Al final de lo único que te vas a acordar es de las cosas buenas y te aseguro que lo único que no te va a gustar de la vida, es que te va a parecer demasiado corta. Estás aquí para ser feliz.

Podría decirse que vivo dos vidas a la misma vez, una de ellas es la realidad, la otra mi imaginación. En la vida real, estás lejos y no me ves a mi como me gustaría. En mi mente estas conmigo, felices, juntos, imparables, me amas, te amo... en la vida real también te amo. Para mi, la felicidad es cuando la vida real se acerca a mi imaginación.

Búscate a alguien que te coma con la mirada. Que te abarque al abrazarte, y que lo haga con tal fuerza, que se te salgan las tripas por la boca. Que te bese en todos los semáforos, y que después de hacerlo, quiera lanzarse contigo bajo las ruedas de un camión. Que te cubra con una manta cuando te quedes dormida, y que le tenga envidia al sueño por no dejarle ver quién eres cuando cierras los ojos. No busques que te inviten a copas, que te paseen en coche o que te hagan regalos. Tampoco que improvisen los te quieros. Eso, puede hacerlo cualquiera.

Nos pasamos la vida esperando. Esperas que pase algo distinto. Esperas un ratito. Esperas a alguien. Esperas a tu media naranja. Esperas que algo cambie. Esperas descubrir. Esperas una llamada, un mensaje. Esperas que tu día no sea una rutina. Esperas un detalle. Esperas un beso, una caricia y un te quiero. Esperas encontrar algo que realmente te guste. Esperas...¿para qué esperar más? ¿Porqué no tomar tus propias iniciativas, sin esperar que algo ocurra o no?

- Yo te prometo un para siempre, ¿tú me lo prometes?
+ Eso es demasiado tiempo, todo se puede torcer y podemos acabar odiándonos.
- Bueno, aunque te odie, si me necesitas, iré.
+ No lo creo... Si me odias no me querrás ver.
- Pues cierro los ojos.
+ No me querrás oír...
- Pues no te dejaré hablar.
+ ¿Entonces?
- Te abrazaré y te diré... ¿te acuerdas de aquella tarde que te prometí un para siempre? Pues lo decía en serio.

Escucha, amor... No hay montaña tan alta, ni valle tan bajo, ni río tan grande. Si me necesitas, llámame. No importa dónde estés, ni la distancia ni la gente, no te preocupes. Sólo tienes que gritar mi nombre y allí estaré en un instante. No tienes de qué preocuparte. Ni viento, ni lluvia, ni el frío del invierno... Nada me va a parar.

¿Cuándo se está realmente enamorado? Respuesta difícil a la vez que sencilla. Cuando despirtas pensando en alguien que curiosamente es la misma persona en la que pensabas justo antes de dormir y además, casualmente la misma persona que suele aparecer en tus sueños; cuándo confundes nombres con el suyo y debes pedir disculpas a infinitas personas por haberles llamado por un nombre equivocado; cuando todo lo que te rodea te recuerda a esa misma persona y lo que no tiene nada que ver también lo relacionas de igual manera; cuando no hay minuto del día en que su mirada y su sonrisa no estén grabadas en tu mente; cuando le ves... y tiemblas; cuando te habla y te quedas sin aliento, sin palabras, sin saber que decir ni que hacer; cuando un increíble escalofrío recorre todo tu cuerpo si notas que se acerca; cuando sientes que ante todo está su felicidad, incluso antes que la tuya; cuando sientes que mas que vivir por tu vida, lo haces por la suya...

Perdona, mamá, me duele el estómago... - Y se mete en su habitación, cierra la puerta y se echa en la cama. Se abraza a la almohada. Llora. Por suerte, su madre la ha visto solo de espaldas, de otro modo se hubiese dado cuenta de inmediato de cuál era su verdadero problema. Mal de amores. Y no se cura fácilmente. No existen medicinas. Ni remedios. No se sabe cuando pasará. Ni siquiera se sabe cuánto duele. Sólo el tiempo lo cura. Mucho tiempo. Porque cuanto mayor ha sido la grandeza de un amor, tanto más largo resulta el sufrimiento cuando éste se acaba. Es como en las matemáticas: se trata de magnitudes directamente proporcionales. Matemática sentimental. Y, por desgracia, en esa materia, podría sacar ahora un diez. 

- Hazme sonreír.
+ ¿Cómo?
- No lo sé, tu eres el cómico.
+ Eres mi niña, la niña que siempre he buscado, la que más me ha demostrado, la que se ha adueñado de mi corazón, la que está para reír y la que me ayuda a no llorar. Siemper estás a mi lado y por nada del mundo quiero dejarte porque contigo todo es mejor. Te aseguro que eres todo lo que necesito para estar bien.
Ella sonrió y dijo:
- Que cursi y empalagoso eres.
+ Que guapa y mágica estás cuando sonríes.

Solo por un momento me gustaría volver atrás, solo un instante para no solo poder recordar... Vivir de nuevo esos momentos que sin querer o queriendo quedan guardados muy adentro. Me gustaría volver a sentir ese sentimiento que tan solo se da y se recibe de las personas a las que tanto has querido, quieres y querrás. Y que sobretodo siempre, y repito; siempre, tendrás en el corazón y mente.

Que nunca acabe este sueño, que no deje de tenerte cada día, que me des siempre el beso que necesito para sonreír, que me abraces fuerte y me hagas olvidar el resto de las cosas, que tenga tu fuerza cada día para conseguir todo a tu lado... Y si realmente esto es un sueño, no me despiertes nunca y quédate siempre soñando conmigo. 

Para qué negarlo, soy adicta a ti. Una más, supongo. Una maldita yonqui a la que ninguna terápia de desintoxicación podrá rehabilitar ya. ¿Sabes? Ninguno de los frenéticos efectos que produce cualquier sustancia que termine en -ina se compara con la euforia que recorre mis venas cuando simplemente te escucho o te miro. Pero yo busco más, necesito una dosis más alta de ti, quiero que me intoxiques, quiero llevarte en mi sangre día y noche.

dimarts, 24 de maig del 2011


+ Si pudieras decirme todo lo que sientes por mi en 5 segundos... ¿qué harías?
- Pues... te besaría.
+ ¿Me besarías?
- Sí, en 5 segundos jamás podría decirte todo lo que siento; en 5 segundos apenas podrías imaginarlo... pero con un beso te diría todo lo que jamás sería capaz de decirte con palabras, con un beso te diría todo lo que he callado, y notarías hasta mis enfados por tonterías, podrías verme el alma porqué sería más transparente que nunca. Podrías sentir mis miedos con aquellas tormentas de invierno, noches que sólo pensaba en tí. Verías como cada parte de mi ser te añora cuando no estás, y hasta notarías como se mueven inquietas las mariposas en mi estómago cuando te acercas. En un beso escucharías todos mi silencios y pillarías mis indirectas e ironías. En un simple beso te demostraría lo que siento y más... Y quizás, sólo quizás, en ese beso sentirías lo que yo siento.

Hoy que todo es perfecto, que todo es felicidad con él, hoy que mi corazón no está sólo, que encontró una compañía en la oscuridad, un salvavidas en ese vació que me llenó tiempo atrás, ¿porqué hoy?, si todo es perfecto, ¿porqué hoy siento ganas de derramar esas lágrimas que ya derramé una vez?, ¿porqué me llena la tristeza viendo sus fotos, si hoy siento que lo amo?, ¿será por no decirlo? Hoy sufro por el futuro que veo, por el miedo a perderlo, por saber que no va a ser siempre mío, saber que algún día se perderá en el camino, soltará mi mano, y la tristeza me llenará de nuevo...


Nos reímos. Y seguimos riéndonos así. Hablando sin saber muy bien de qué ni por qué. Después decidimos colgar, prometiendo que nos llamaremos mañana. Es una promesa inútil: lo hubiéramos hecho de todos modos. Cuando pierdes tiempo al teléfono, cuando los minutos pasan sin que te des cuenta, cuando las palabras no tienen sentido, cuando piensas que si alguien te escuchara creería que estás loca, cuando ninguno de los dos tiene ganas de colgar, cuando después de que él ha colgado compruebas que lo haya hecho de verdad, entonces estás perdido. O mejor dicho, estás enamorado, lo que, en realidad, es un poco de lo mismo...

Explícamelo. Dime como lo haces, ¿como haces para hacerme sentir tan bien? ¿Como conoces cada punto débil mío? ¿Como coño consigues volverme loca? Tienes la capacidad de dominar todos mis sentimientos con tan solo rozarme. Soy adicta a ti, a tus besos, a tus sonrisas, a tus formas de mirarme, a tus teamos, a tu risa, a tus gilipolleces... Te has convertido en mi puta adicción, ¿contento?

Te caerán una o mil lágrimas. ¿Quién estará ahí para secarlas? No lo sabes, porque papi y mami marcharon, se fueron de tu vida, salieron de esa manera de cuando te caes te hacen "curita sana" en esa herida que no es nada. Mirarás un parque, con niños pequeños, jugando con la arena, manchándose, disfrutando. Querrás jugar, ¿quién te lo prohíbe? Nadie, cierto. Pero, no es plan ponerse a hacer castillitos en medio de un parque, con tu traje de trabajo, taconazos y arreglada y estirada como un adulto que eres...


Soy la chica que siempre pierde, aquella que finge su sonrisa, la chica que aparenta ser fuerte pero que todos los días continúa rompiéndose por dentro, la chica que está ahí sonriendo y parece no tener problemas, aquella que contiene las lágrimas hasta que ha colgado el teléfono... Cuando digo "tranquila, estoyesperando a alguien a quién de verdad le importe y diga: "no, no lo estás".

Por favor, te lo pido, no te pongas esa chaqueta, ni sonrías con esa media sonrisa. En serio, joder, no andes de ese modo, ni me des la mano. No me digas que vengo guapa, ni que me digas que te encantan mis ojos. Y para de ignorarme de vez en cuando, que haces que yo te busque. Venga ya. No sonrías cuando sabes que te estoy mirando pero tú no me miras. Ni me guiñes el ojo, ni te sientes al lado mío. Por favor, que así no voy a poder resistir quererte.

Te dan alas con las que volar lejos, con las que alcanzar el sol, con las que tocar el cielo y, de repente, cuando estás a un palmo de rozar las nubes, te las arrancan para que caigas, caigas, caigas… y te estrelles contra la realidad de la que nunca debiste haber salido. En este corto periodo de tiempo, sentí más cosas de las creí haber sentido en mi vida. Creí. Porque en el momento en el que pensé que decías un 'te quiero', me di cuenta de que en realidad, nunca había sentido nada. Y ojalá nunca hubiera llegado a sentir nada.


Puede que la vida te haya dado la espalda en estos momentos, puede que no estés en el camino correcto, puede que te parezca que estás en un callejón sin salida, que nada va a volver a ser como antes. Piensas que todo se te viene encima que no hay nada más por lo que luchar. Sientes una presión en el pecho que te hace daño. Tus ojos se inflan y sientes ganas de llorar...

¿Y todo para qué?

Me gustaría saber quién fué el que eligió lo que estaba bien y lo que estaba mal, sólo para darle dos ostias. Todo el mundo dice que los jóvenes de hoy en día, ya no servimos para nada, pero la culpa es vuestra. Porque nos enseñasteis a caminar, pero no ha levantarnos de las caídas. Nos enseñasteis a hablar, pero no a rectificar nuestros errores. Nos enseñasteis a respetar a las personas y valorarlas pero no nos dijisteis que muchas ni siquiera lo merecen. Nos dijisteis que hay que vivir la vida, pero no nos dijisteis que hay más prohibiciones que privilegios. Y por último, nos mostrasteis lo bonito que és el mundo, hasta que creces...  

Disfruta, que la vida son tres días y vamos por el segundo, dibuja una sonrisa para el mundo, divisa la alegría de la gente y comprende que si algo duele nada es para siempre. Porque somos por general, más ladrón que policía. Porque supongo que tienes que confiar en que el futuro saldrá como tiene que salir. Así que vive y se feliz, y deja atrás tu furia, que si se acercan tiempos de tormenta y vienen nubes negras no te hundas; aprende a bailar bajo la lluvia. Se capaz de hacer estremecer al más duro corazón, y si siempre llueve y no puedes con ello, en los días más tristes, yo te abrazaré más fuerte. 

Y sinceramente, vale la pena intentarlo.

Brindemos. Por ti, por mi, por todos los que están bailando y bebiendo nuestro al rededor. Y ya que estamos, también por esa mujer que vende claveles, ¡y por los fuegos artificiales! Bueno, y por esta noche. Por todas las que nos quedan.

Ya sabéis, si veis a una mujer que no tenga tiempo de pintarse las uñas, que sonría a todo el mundo, que de los buenos días aunque esté diluviando. Una mujer que vuelva a ponerse vestidos ajustados. Que no le importe esperar horas y horas, y que se muera por una llamada. Si veis una mujer que no pueda dejar de reír a carcajadas, ni de comer helados, ni de arreglarse... No os asustéis ni os preocupéis.

Simplemente estará enamorada.

No puedes dormir, y darías lo que fuera porque alguien te acompañara hasta que saliera el sol.Entonces imaginas mientras abrazas la almohada... Te ríes y te sientes tan bien que empiezas a ser consciente de lo loca que te volverías si sólo te rozara. Te mueres de ganas por decirle que te lleve al fin del mundo, abres los ojos y ahí está...durmiendo a tu derecha y no se da cuenta de que cada vez que le miras ... le quieres comer.Que sabes que lo que hay entre vosotros es especial y que te mueres de ganas porque él los abra también y con solo mirar los tuyos se dé cuenta de que tú lo sientes.

Tengo la manía de hacerlo todo de golpe. De pensar en el momento, de olvidarme de lo que viene después. El vicio de gesticular mucho cuando hablo y el de confiar a la mínima. El de decir lo que pienso sin reparo alguno. El vicio de no parar hasta caerme, o hasta que consigan pararme. El de cantar en la ducha la canción más penosa del mundo, o el de arriesgar al máximo con los bordillos de las aceras. El de querer a alguien hasta el límite de los límites. También tengo el vicio de equivocarme, de cometer errores que son difíciles de reparar. O el vicio de sacar el lado bueno de todo y sí, sé que un optimista es un pesimista mal informado, pero a veces es mejor dejar que algunas cosas 'pasen por alto', y dejarse llevar. Lo siento, he dicho que tengo viciosno problemas. Ahora piensa lo que quieras.

Me saca de quicio, tanto que no te lo podrías ni imaginar. Pero después siempre lo arregla todo con un: "Era broma, princesa", y un beso de los que él solo da. Le gusta reirse de mis celos y tomarme el pelo, pero te prometo que nadie mejor que él sabe sacarme una sonrisa. Que venga, me abraze y me diga que soy lo que más quiere, más que a ninguna otra en el mundo. Y entonces yo caigo rendida a sus pies una vez más. Y puede que no haya ninguno más chulo que él en cientos de kilómetros a la redonda, puede que catee y que sea un chico malo, muy malo. Pero le quiero, le quiero porque solo él es capaz de cualquier cosa para verme feliz. Solo él me despierta con cosquillas y miles de sonrisas. Solo él, solo él, solo él. Pero lo mejor de todo, y lo que más me gusta, es que es mío, únicamente mío, y que lo es para siempre.

¿Cómo coño quieren que me porte bien? Si de pequeña veía que Tarzán andaba desnudo, Cenicienta llegaba a media noche, Pinocho mentía, Batman conducía a 320 km/h, la Bella Durmiente era una vaga, Blancanieves vivía con 7 tíos, Caperucita no le hacía caso a su madre, Betty Bop iba vestida como una fulana, Pulgarcita tiraba migas por todas partes y Popeye fumaba hierba... Por favor, ¡no me jodas!


- B4. ¿Él te gusta?
+ Agua. No.
- B5. ¿Te gusta alguien?
+ Tocada. Quizás.
- B6. ¿Me puedes decir quién es?
+ Tocada. Solo si lo adivinas.
- B7. ¿Soy yo?
+ Tocada y hundida.