Ahora las princesas prefieren esconderse en lavabos, y beber alcohol, las medias medio bajadas al sentarse, minifaldas, piercings y excesos de infelicidad. Porque ya no existen finales felices, sólo sobredosis de impoténcia. Ya no existen príncipes que las quieran, solo "príncipes" que buscan lo que buscan.
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